¡Buenos días, tardes, noches! Hoy os traigo un post un poquito diferente. Bueno, diferente, diferente, tampoco, porque al fin y al cabo es una receta más. Unas albóndigas italianas rellenas de queso que con cero trabajo salen impresionantes. ¡Ya tengo una legión en la familia convertida a la religión de esta delicia! La diferencia de éstas albóndigas es cómo y dónde se cocinan. ¿Os quedáis a descubrirlo?
Quiero compartir con vosotros mi experiencia con las llamadas "slow cookers" u ollas de cocción lenta. Para mi han sido todo un descubrimiento y les estoy sacando mucho partido.
¿Qué son exactamente?
Son un pequeño electrodoméstico que intenta emular esa cocción lenta de antaño, aquella en la que las señoras llevaban la olla con el guiso al horno del pueblo y se cocinaba durante toda la noche al calor residual. Originarias de EEUU, allí son un básico en la cocina de cualquiera. Aquí en Europa están empezando ahora a conocerse. Imaginaros que las llevan usando desde los años 50!!
AndrewJames de 3,5 litros - 29€ |
¿Cómo funcionan?
Consisten en una cazuela de barro esmaltado insertada en una estructura de aluminio que lleva una resistencia por dentro. El mecanismo es sencillísimo y consumen muy, muy poquito. Hay estudios demostrando que a pesar de estar encendidas 8h y más, consumen menos que cocinando lo que sea en el horno o la vitro en el tiempo que normalmente utilizarías para hacerlo.
Tienen dos velocidades, 'alta' y 'baja', y una 'automática' que básicamente es que empieza la cocción en 'alta' y a la hora se baja ella solita a 'baja'. Es ideal para congelados.
Existen en el mercado slowcookers con programadores integrados, para calcular todavía más cuando se pone en marcha y cuando se para. Son bastante más caras y sinceramente opino que se consigue el mismo efecto, o incluso mejor, utilizando un temporizador de enchufe que por 5€ lo encuentras en cualquier ferretería.
¿Para qué son ideales?
Las legumbres, sin lugar a dudas, son su plato estrella. Consigues unas alubias, garbanzos o lentejas de muerte lenta. Mantequilla pura en el interior, pero aún enteras en boca. Mi padre es feliz desde que la tengo... ¡por las fabadas que se mete entre pecho y espalda!
Caldos, pucheros y otros guisos tradicionales de fuego lento.
Para asados estilo Pulled Pork o Cochinita Pibil, que ganan enteros a bajas temperaturas y horas de horneado.
Carnes y cortes de baja calidad que no te comerías, los borda, al cocinarlos a baja temperatura se consigue la gelatinización de las fibras haciendo que se deshagan literalmente en tu boca.
¿Ventajas?
Para mi la más importante es la organización que te permite en las comidas. Para gente trabajadora es ideal, la puedes dejar toda la noche y levantarte con la comida hecha lista para meter al tupper. O ponerla por la mañana al irte y volver para encontrarte un guiso de toda la vida listo para servir en la mesa.
El ahorro energético. Se pueden hacer hasta bizcochos, con lo que al no encender el horno, eso que te ahorras y encima, en verano, no conviertes tu cocina en la antesala del infierno.
¿Tipos, tamaños, marcas?
La marca original es la llamada CrockPot, por ello, como en todo, la más cara porque en parte pagas el nombre. Pero encontraréis marcas igual de funcionales mucho más baratas, como la AndrewJames o RussellHobbs por poner un ejemplo. Tened en cuenta que el mecanismo es más simple que el de un chupete, no se necesitan ingenieros de la NASA para que eso funcione!.
Tamaños, desde la más pequeñita de 1.5l hasta la enorme de 8l, con muchos tamaños intermedios. Dependiendo de para qué las queráis, cuantos seáis en casa, pues uno u otro. Yo tengo tres, la mini de 1.5l, una intermedia de 3.5l y la gigante de 8l (dónde hago los caldos, aso pollos enteros, piezas grandes de carne o kilos de fabada para mi padre)
Mini MGI de 1,5 litros - 10€ |
Así que puestos en antecedentes y cortando ya el rollo, vamos a por la receta, que si sois seguidores de la página de Facebook "Tasty" os sonará seguro, pues es uno de sus vídeos más vistos.
Ingredientes (para llenar la slow cooker de 1.5l):
- 500g de carne picada (mezcla de magro y ternera)
- 1/2 taza de pan rallado (o panko)
- 1/8 taza de parmesano rallado.
- 1/4 taza de leche.
- 1 huevo.
- 1/2 tsp de ajo molido.
- 1/2 tsp de pimienta.
- 1/4 tsp de cayena (para niños rebajar a 1/8 o eliminar del todo)
- 1/4 tsp de hinojo machacado
- 1/2 tsp de pimentón
- 2 tsp de hierbas italianas (mezcla de orégano, albahaca, perejil seco, copos de pimiento y tomate)
- 1 cucharada de vino tinto (o vinagre de vino tinto si no queréis abrir una botella)
- 1/4 taza de perejil fresco picado.
- Sal al gusto
- Mozarella, havartti u otro queso fundente para el relleno.
- Salsa de tomate casera en cantidad suficiente para cubrir las albóndigas
NOTAS:
1) Las abreviaturas son las típicas americanas. "Tbs" para tablespoon o cucharada sopera y "tsp" para teaspoon o cucharadita de postre. Las tazas o cups son de 225ml. Recomiendo que hoy en día con esto de la globalización y que las recetas ya son internacionales os hagáis con un set de medidores de spoons y cups que os vendrán genial para mil recetas de repostería y otras tantas saladas. En los chinos los encontraréis baratos. Y hoy en día yo creo que ya deberían de ser básicos en vuestro cajón de los cubiertos si cocináis habitualmente.
2) La receta original habla de salchicha italiana como carne de base, como yo no la encuentro la he substituido por los ingredientes de esa salchicha, el condimento italiano, el hinojo, la mezcla de magro y ternera y el vino tinto.
Preparación:
Empezaremos preparando el queso del relleno. Cortar cubos de 1.5cm de lado, unos 13 o 14 serán suficientes. Reservar.
Medir el hinojo y machacarlo ligeramente en el mortero para que libere los aromas.
Poner todos los ingredientes en un bol, y mezclar con las manos hasta conseguir una pasta homogénea.
Dejar reposar en la nevera media horita al menos, para que asiente y se unifiquen los sabores.
Ponerles un cubo de queso dentro
y formarlas bien redonditas.
Ir colocándolas por capas en la slow cooker, primero tomate, luego albóndigas,
después más tomate, así hasta acabar con las albóndigas, siempre terminando con tomate.
Tapar y cocinar mínimo dos horas y media en alta.
Cero fritanga, casi nada de trabajo y un resultado espectácularmente delicioso. No os las podéis perder. Son adictivas y, si las acompañas de unas buenas patatas fritas caseras, ya están para hacerles un monumento!
Os animo a que las probéis, podéis hacerlas también en método tradicional, simplemente las ponéis en una cazuela de toda la vida y las cocináis a fuego lento hasta que la carne se haya cocinado, alrededor de una horita.
¿Os las váis a perder? Cuando les das el bocado y ves ese interior cremoso con el queso derretido...
Tienen una pinta muy rica :) me ha encantado tu receta de albóndigas italianas... para mi son un plato 10 siempre. Muy chula la olla. Que pases un buen finde!!
ResponderEliminarrecetas de una gatita enamorada
Si, lo mejor de todo es lo facilitas que son!
EliminarMe voy a tener que comprar una slow cooker, tiene una pinta increíble!
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