Veggie Burger (o la mejor hamburguesa vegetariana que he comido en mucho tiempo)

¿A quien no le gustan las hamburguesas? Yo creo que hay poca gente en este mundo a la que no le guste una buena hamburguesa, jugosa, bien acompañada de queso fundido, con los más variados vegetales y las más cremosas salsas... A mi, desde luego, me encantan. De pollo, de ternera... Y desde que mi marido dejó de comer carne de mamífero, habíamos desterrado un poco este tipo de hamburguesas de las noches de fiesta en casa. Así que, como lo prometido es deuda, aquí os traigo esta receta de hamburguesa sin carne que en casa ha encantado.

Las diferentes hamburguesas "veggie" que venden en los supermercados no me convencían en absoluto ya que era como estar comiendo un trozo de corcho con textura y sabor extraños. Tengo que investigar un poco más a ver si doy con una receta tan rica cómo esta usando tofu o seitán. Desde luego esta receta, utilizando la judía negra como proteína principal, se lleva la palma en términos de sabor y textura. Por supuesto, la receta no consiste sólo en triturar y mezclar los ingredientes, hay un pequeño secreto... seguid leyendo para descubrirlo!

Patatas Fritas de Boniato (Sweet Potato Fries)

Me encantan las patatas fritas de boniato. Me chiflan. Ese puntito dulzón que me enamora a cada bocado... Y tengo que reconocer que el boniato hasta hace pocos años no era santo de mi devoción. Aún recuerdo una tarde, cuando aún era novia de mi marido, en los primeros años de relación, mi suegra se empeñó en asar boniatos una tarde de domingo, en plan merienda cena porque a ellos les encantaba. Y la cuestión es que me los comí  bastante a gusto, pero al día siguiente me puse malísima. Un virus de esos matadores que te destrozan el estomago. Y desde entonces, asociaba el boniato a mis males de aquel día, con lo que nunca me animaba a utilizarlo en mis recetas. Hasta que un día me decidí. Y me enamoré sin remedio de este tubérculo dulzón y cremoso. En mis viajes a UK, en los pubs, es habitual poder elegir con tu hamburguesa, patatas fritas de boniato, en vez de las clásicas. Y allí me hice adicta. Mis primeros intentos aquí en España, fueron infructuosos. El boniato es un tubérculo con muchísimo almidón y cuando lo fríes, no se queda crujiente, sólo consigues unos bastoncillos blandurrios sin mucho glamour. Así que me dediqué a investigar para conseguir esa maravilla crujiente como una patata frita que yo recordaba. Y encontré la solución... ¿Os quedáis a descubrir el secreto?

Kolhapuri Egg Curry (Curry de Huevo al estilo de Maharastra)

La semana pasada publiqué los chapatis, el pan indio más sencillo que hay, ideal para acompañar esos currys tan ricos que tengo en el blog. Así que hoy añadiremos otro más a la lista, el curry de huevo. Un plato tan simple, y a la vez, tan rico. Lo interesante de esta receta son dos cosas, lo primero, lo rápido que se prepara. En menos de media hora lo tienes en la mesa. Y lo segundo, el sabor. Es increíble como con tan poco, se puede conseguir tanto.

Si estáis buscando un curry sabroso, que se prepare rápido pero que mantenga la esencia de los verdaderos currys indios, esta es vuestra receta.

Sabéis que soy una enamorada de esta gastronomía, he leído, investigado y probado infinidad de recetas. Sigo blogs indios originales, indios afincados en UK e indios en los EEUU. Y no hay cosa que más rabia me de que entrar en blogs españoles, o ver publicaciones en el Facebook de currys típicos como el tikka masala y entrar a leer la receta y encontrar una simplificación brutal en términos de especias y al final, claro está, del sabor. Os prometo que no es el caso de esta receta, es genuina y original y, con un listado relativamente corto de ingredientes, os va a enamorar!

Chapati (Roti)

Sabéis que soy fan acérrima de la comida India. Es un hecho. Me declaro culpable. Soy adicta a los currys indios. Me da igual que sean de carne, de pescado, de pollo, de legumbres, de verduras... Los devoro todos. Y un curry indio no se puede comer con la barra de a cuarto de la panadería de la esquina. No! Eso sería un pecado mortal. La cocina india, se come y se disfruta con un buen pan plano indio. Ya sea el suave Naan de yogur o estos Chapatis que os traigo hoy.
Los Chapatis o Rotis son el pan plano que acompaña la mayoría de los platos en la India y Pakistán. Por toda la geografía mundial se encuentran panes planos de este tipo, las tortillas mexicanas son un ejemplo, en África también se come una variante de este pan, los armenios tienen el pan Lavash y en China también existe algo parecido, el Laobing.
Se caracteriza por no llevar levadura, y, junto con el Naan (que si la lleva), son los panes más comunes en la gastronomía hindú. Puede acompañar todo tipo de platos, comerse relleno o simplemente utilizarlo como ayuda para no mancharse las manos al comer, por que en la India se come con las manos y los cubiertos son el pan.
Mucha gente piensa que los chapatis y los rotis son los mismo, pero no, la diferencia radica en que los chapatis son rotis hechos con harina integral.
Y, aprendido todo esto, vayamos con la receta...

Espinacas con Pasas, Piñones y Yogur de Azafrán

Hoy volvemos a recuperar recetas del Oriente Medio... Ya sabéis que soy una gran fan de Ottolenghi, tengo prácticamente todos sus libros, le sigo por Instagram y me alucina el arte que tiene con la comida. Es el rey de las especias, los sabores y las texturas. Así que hoy me ha apetecido recuperar una receta de espinacas inspirada por él que últimamente estoy preparando muchas veces. Simplemente como acompañamiento de una carne, o como relleno de un hojaldre o empanada, estas espinacas te robarán el corazón. Son sencillísimas de preparar y no llevan ningún ingrediente raro de esos que me preguntáis siempre dónde conseguirlos. Con lo que hay por casa se preparan en un pis-pás. ¿Os quedáis a descubrirlas?

Cous-cous de Tomate con Calabaza Asada y Queso Feta

Después del capricho del lunes, hoy la cosa se relaja un poco y preparamos un cous-cous sencillo y sin demasiada historia. ¿A vosotros os gusta el cous-cous? A mi me encanta, pero en casa no lo preparo demasiado porque a mi marido no le gusta demasiado. Y no os imagináis que rabia me da. Porque es otra forma interesante de comer hidratos, al final es pasta, pero de otra manera. Y a mi me chifla. Así que aprovechando que estaba sola en casa, he preparado este cous-cous de tomate y calabaza asada que está para chuparse los dedos. Yo me lo comí sólo, así, tal cual. A cucharadas. Pero como guarnición de carnes creo que es genial. Ya me contáis que os parece!

Tofu General Tso

Me había hecho el sano propósito de a partir de Enero estar un tiempo publicando recetas sanas, pero soy lo peor y no puedo controlarme. Así que hoy, la receta que os traigo es como un caramelito en el desierto. Muy rica, súper adictiva... pero con un poquito de azúcar más de la recomendada. Pero oye, a veces hay que darse un homenaje!

El tofu es de esos ingredientes que genera reacciones de amor/odio. Y creo que el secreto para no desterrar el tofu de nuestros menús por ser algo tan sin sabor, está en la receta utilizada. A mi me gusta mucho, y lamentablemente no lo como demasiado. Aunque ahora que mi señor marido ha decidido hacer un cambio en su dieta para eliminar a los mamíferos por cuestiones de ética y mi abanico proteínico se ha visto bastante reducido, es posible que visite mi mesa mucho más a menudo...

Muffins de Chocolate Blanco con Fresas

Año nuevo, vida nueva. Un año más y aquí seguimos, con las pilas cargadas y muchas ideas nuevas que espero compartir con vosotr@s dentro de poco!
Antes de ayer fue día de Reyes y hoy retornamos a la normalidad, fin de vacaciones aquellos que tuvieran, vuelta al cole para los peques... Y qué mejor manera de afrontar esto que con unos muffins de esos tan ricos que preparamos en La Cocina de los Elfos...
Hoy rescatamos una receta antigua pero muy deliciosa, con fotos horrendas que hemos mejorado para que podáis comprobar lo ricos y vistosos que son estos muffins con fresas y chocolate blanco y que no merecían estar en el pozo del ostracismo y del olvido.
Os prometo que os van a encantar, suaves, con el toque justo de dulzor y ese contrapunto ácido que le aporta la fresa, añadimos un poquito de vainilla para dar profundidad de matices y... voilà! El bocado perfecto!