Hoy diluvia en Valencia. La gota fría ha llegado para conducirnos de la mano, por fin, al otoño. Conseguiremos que bajen un poquito las temperatura? Porque madre mía... Qué verano más largo!
Hoy, que apetece algo calentito y de cuchara, rescatamos un clásico entre todos los clásicos, una receta que no merece estar olvidada en las profundidades del blog. Así que reedito la entrada para volver a compartirla con vosotros, para los despistados que todavía no saben preparar una sencilla cremita de calabacín y para los que sí que saben, pero se han olvidado de lo rica y fácil que es.
Es una receta fácil, barata y de ingredientes sencillos que os sacará de más de un apuro, ya que es sencillísima de preparar y además muy sabrosa.
La crema de calabacín es un plato socorrido y barato pero a la vez, sano, suave y delicioso. Perfecta para los niños ya que conseguimos que coman verduras sin discusiones. La receta que os comparto hoy es la clásica, la que se hace con quesitos. Aunque no seáis grandes amantes de las cremas de verduras, hacedme caso y probarla, es tan suave y deliciosa que os la comeréis sin daros cuenta!! Con esta crema es como conseguí que mi marido fuera capaz de comer purés de verduras, aunque luego me traicionó y ahora es adicto a cualquier versión de la crema de calabaza.