martes, 28 de enero de 2020

Patatas Fritas de Boniato (Sweet Potato Fries)


Me encantan las patatas fritas de boniato. Me chiflan. Ese puntito dulzón que me enamora a cada bocado... Y tengo que reconocer que el boniato hasta hace pocos años no era santo de mi devoción. Aún recuerdo una tarde, cuando aún era novia de mi marido, en los primeros años de relación, mi suegra se empeñó en asar boniatos una tarde de domingo, en plan merienda cena porque a ellos les encantaba. Y la cuestión es que me los comí  bastante a gusto, pero al día siguiente me puse malísima. Un virus de esos matadores que te destrozan el estomago. Y desde entonces, asociaba el boniato a mis males de aquel día, con lo que nunca me animaba a utilizarlo en mis recetas. Hasta que un día me decidí. Y me enamoré sin remedio de este tubérculo dulzón y cremoso. En mis viajes a UK, en los pubs, es habitual poder elegir con tu hamburguesa, patatas fritas de boniato, en vez de las clásicas. Y allí me hice adicta. Mis primeros intentos aquí en España, fueron infructuosos. El boniato es un tubérculo con muchísimo almidón y cuando lo fríes, no se queda crujiente, sólo consigues unos bastoncillos blandurrios sin mucho glamour. Así que me dediqué a investigar para conseguir esa maravilla crujiente como una patata frita que yo recordaba. Y encontré la solución... ¿Os quedáis a descubrir el secreto?


Ingredientes (para 2 personas):

- 1 boniato rojo
- 1 o 2 cucharadas de almidón de patata (o almidón de maíz: Maizena)
- Sal

NOTA: Se que existen dos tipos de Maizena, la de toda la vida y la espesante, que está hecha a base de almidón de patata. El almidón de patata que yo utilizo NO ES ESE. Es el que compro en los comercios latinos/asiáticos y tiene exáctamente la misma textura que la Maizena de toda la vida. Ante la duda y si no podéis conseguirlo, utilizar MAIZENA.


Preparación:

Cortar el boniato en bastones no demasiado gruesos. Enjuagar en agua fría para eliminar la tierra. Dejar en remojo, al menos 15 minutos en agua fría limpia.
Sacar el boniato, escurriendo bien y secar un poco con papel de cocina. Y aquí viene el truqui!
Pasarlo a una bolsa de congelados y añadir el almidón escogido, yo prefiero el de patata, pero con Maizena también queda bien. Sujetar el extremo de la bolsa de manera que quede hinchada de aire y agitarla hasta conseguir que todas las patatas queden impregnadas ligeramente. La cantidad de almidón es orientativa, ir añadiendo poco a poco, es mejor no pasarse. Las patatas no tienen que quedar blancas, han de ser naranjas, pero con una pátina blanquecina por fuera.
Freír de manera normal, en la freidora a 190º. Las patatas estarán hechas cuando floten, pero a mi me gusta dejarlas un poquito más hasta que quieren empezar a coger un poco más de color. Sacar a un plato con papel absorbente y salar al gusto.
Disfrutar con vuestra hamburguesa preferida y mojando en cualquier salsa cremosa. Para morir y despertar en el cielo!


4 comentarios:

  1. Aquí estoy para ver la receta, fáciles pero como bien dices con truco! yo las probé el otro día y me sorprendió lo ricas que están, como has dicho he probado el boniato asado que es como se suele comer por mi zona, me apunto tu receta, creo que las que yo probé llevaban un toque de pimentón, será cuestión de probar.
    Besos

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    1. Síii, estas son las básicas, a partir de aquí ya le metes lo que quieras, se admiten todas las especias!

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  2. Esta receta te la copio, tiene una pinta increible.

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