Galette de Setas y Queso de Cabra

Ya estamos por aquí otra vez. Hoy recupero una receta típica de la línea del blog, sencilla y resultona, perfecta para esos días en los que te viene alguien a cenar de improviso y tiras un poco de lo que tienes en la nevera. 

Las tartas saladas, en general, son el recurso ideal para esas cenas improvisadas, porque casi con cualquier relleno están deliciosas. He compartido con vosotros hojaldres de muchos tipos, quiches y alguna empanada también. Hoy, sin embargo, presentaremos otro estilo de tarta salada: la galette, que viene siendo una prima cercana de la quiche.  Sin molde, con un acabado más rústico, la galette admite todo tipo de rellenos ya sean dulces o salados. Son muy conocidas las galettes de frutas como melocotones, ciruelas o fresas.

Hoy prepararemos una galette de setas y queso de cabra muy sencilla y aprenderemos también a preparar una masa quebrada básica, que os prometo que nada tiene que ver con las masas quebradas que venden en el supermercado, ¿os quedáis a ver la receta?

Ingredientes (para una galette para 4 personas):

(para la masa quebrada)

- 250g de harina floja de repostería

- 125g de mantequilla cortada a cubos bien fría

- 1 cucharadita de sal

- 60ml de agua muy fría

(para el relleno)

- 500g de setas variadas (champiñones, portobello, shitake, de cardo...)

- 1 cebolla

- 1 diente de ajo

- 2 cucharadas de queso crema para untar

- queso de cabra

- sal y pimienta

- 1 cucharadita de hierbas provenzales

- 2 cucharadas de aceite de oliva

NOTA: Mercadona tiene un bote de conserva de setas variadas en cristal que es ideal para tenerlo en la despensa y sacarlo en esos momentos de reciclaje neveril. Un bote de esas setas bien lavadas, unos champiñones a punto de perecer por olvido en la nevera y un buen sofrito de cebolla y ajito os darán ese relleno ideal que conseguirías con un buen mix de setas frescas.

Preparación:

Poner la harina y la mantequilla cortada en cubitos en una picadora de alimentos, añadir la sal y turbinar hasta conseguir una mezcla arenosa pero con trozos aún visibles de mantequilla.

Sacar a un bol y añadir el agua. Mezclar sin amasar hasta amalgamar medianamente los ingredientes. 

Es interesante no mezclar demasiado para mantener esos trocitos de mantequilla aun enteros, que a la hora de hornear se fundirán y darán como resultado una masa crujiente, ligéramente hojaldrada.

Hacer una bola y enfriar al menos media hora en la nevera bien envuelta en film.

Mientras, preparar el relleno. Picar bien fina la cebolla y el ajo, saltear a fuego medio hasta que la cebolla esté transparente. Añadir las setas, salpimentar y cocinar hasta eliminar toda el agua que vayan soltando. Añadir las hierbas provenzales, dejar al fuego un par de minutos más y pasar a una fuente para atemperar un poco el relleno.

Sacar la masa de la nevera, enharinarla bien y extenderla con un rodillo hasta obtener un círculo de unos 3 o 4 milímetros de grosor. Si tenéis miedo de que se os pegue a la encimera hacerlo entre dos papeles de horno.

No os preocupéis si el círculo es imperfecto y los bordes desiguales, la esencia de la galette es su apariencia rústica.

Precalentar el horno a 220º arriba y abajo.

Untar el queso crema en el centro de la galette, dejando limpio unos dos dedos alrededor. Añadir el salteado de setas sobre el queso crema y añadir pellizcos de queso de cabra por encima.

Cerrar los bordes sin relleno hacia dentro, plegando cada trozo un poco sobre el anterior, para ir encerrando el relleno con la masa.

Hornear alrededor de 35 minutos o hasta ver que la masa está crujiente y dorada.

Sacar del horno y dejar atemperar sobre una rejilla para que la base quede crujiente. Servir acompañada con rúcula fresca. Os prometo que con esta receta triunfaréis en una cena informal! Es absolutamente deliciosa...