Hojaldre de Morcilla y Pera al Aroma de Gorgonzola

Sí, habéis leído bien, morcilla y pera. Matrimonio inigualable de ingredientes que despertará sensaciones increíbles en vuestro paladar. La receta es original de Un Pedazo de Pan, bloguera increíble e inigualable en el mundillo panarra, pero a mi me la dió a conocer mi querida amiga Maypi y llegó a mi en mitad de un paseo y conversación por Madrid hace unas semanas. Hablando de pan, compartiendo y desglosando conocimiento, llegamos, sin saber muy bien como, a esta receta. Y nada más me la dijo imaginé que sería un festival de sabores de otro mundo. Y no me equivoqué. La potencia de la morcilla de cebolla se suaviza con el azúcar de la pera y la cremosidad del Gorgonzola pone la guinda en esta conjunción de sabores únicos que no os dejarán indiferentes. Si queréis sorprender a invitados y familia, confiar en mi... ¡con esta receta lo conseguiréis seguro!

Ingredientes:

- 1 plancha de hojaldre grande (las del Lidl son casi el doble de tamaño que las de Mercadona)
- 2 morcillas de cebolla oreadas
- 1 trozo de Gorgonzola Dolce
- 1 o 2 peras maduras, dependerá del tamaño (yo usé la variedad Conferencia, mi preferida)
- 1 huevo para pintar
- Semillas de sésamo blanco y negro para adornar

Preparación:

Precalentar el horno a 200º con la bandeja dentro.

Desplegar la plancha de hojaldre, alisar los dobleces con el rodillo y dejarla lo más regular posible. Doblarla por la mitad para marcar y diferenciar la parte de arriba del hojaldre de la de abajo.

Pelar las morcillas y desmigarlas con los dedos cubriendo lo que será la base del hojaldre, dejando un borde para poder cerrarlo posteriormente.

Pelar las peras y laminarlas. Cubrir la morcilla con la pera.

Desmigar el Gorgonzola con los dedos e ir poniendo por encima de la pera. La cantidad es al gusto, aunque yo recomiendo mejor más que menos, para que exista un buen contraste.

Realizar unos cortes en lo que será la tapa del hojaldre. Echarle imaginación, ¡que la comida entra por la vista!

Cerrar el hojaldre y sellar con un tenedor todos los bordes.

Pintar con huevo batido y espolvorear con las semillas de sésamo.

Trasladar el hojaldre dentro del horno sobre la bandeja bien caliente. El hojaldre necesita un buen golpe de calor para desarrollar correctamente. Hornear cerca de 25-30 minutos. Dependerá del horno. Ir controlando y cuando ya esté bien dorado estará listo.

Sacar y dejar atemperar sobre una rejilla para que la condensación no lo ablande y esté muy crujiente a la hora de servirlo.

Podéis hacerlo en versión mini como aperitivo o una empanada grande para comer acompañada de una buena ensalada. No importa como lo hagáis, conquistaréis el corazón y el estómago de vuestros comensales. Os lo aseguro.