Me ha costado encontrar un poquito de tiempo para compartir con vosotros esta receta tan sencilla y a la vez tan rica.
Los risottos me han apasionado desde siempre y nunca me había lanzado a prepararlos. Tenía una especie de miedo visceral a este tipo de preparación pensando que sería muy complicado. Al contrario! Los risottos son muy sencillos y de preparación muy rápida. Teniendo todos los ingredientes, en cosa de media hora tienes un plato increíble que hará las delicias de cualquier comensal pensando que está en el restaurante italiano más chic de la ciudad. Lo más importante es la variedad del arroz. es importante utilizar uno adecuado, de alto contenido en almidón para obtener esa cremosidad característica de un buen risotto. Las variedades más recomendadas son el arborio y el carnaroli. Hoy en día es muy sencillo encontrar cualquiera de las dos en el supermercado de vuestro barrio.
Teniendo el arroz, un buen caldo y un par de ingredientes más, el éxito está asegurado. Así que, vamos allá...
Ingredientes (para 4 personas):
- 250g de arroz para risotto
- 1l de caldo de verduras
- 150ml de vino blanco
- 100g de calabaza cortada en cubitos
- 100g de calabacín cortado en cubitos
- 100g de espárragos verdes troceados.
- 1 cebolla
- 25g de mantequilla
- 3 cdas soperas de queso parmesano rallado
- 3 cdas de aceite de oliva
Preparación:
Poner a calentar el caldo a fuego medio para que no hierva a borbotones. Es importante trabajar con el caldo muy caliente para no cortarle la cocción al arroz.
Lo primero saltear a fuego fuerte el calabacín y los espárragos hasta que estén a vuestro gusto. Yo los prefiero un poquito al dente. Reservar en un plato.
Después picar la cebolla en brunoise pequeñita y pochar con un poquito de aceite a fuego medio bajo hasta que empiece a estar transparente. Añadir los cubitos de calabaza y pochar todo junto hasta que la calabaza empiece a coger color.
Añadir ahora el arroz y saltearlo a fuego fuerte hasta que comience a estar translúcido..
Añadir el vino, bajar un poco el fuego y remover hasta que el arroz lo haya absorbido prácticamente todo. A partir de ahora ir añadiendo caldo caliente sin parar de remover. No añadiendo el siguiente cazo, hasta que no se haya absorbido completamente el anterior.
El fuego ha de estar lo suficientemente fuerte como para que la mezcla hierva despacito, pero no demasiado fuerte para que no se evapore el caldo demasiado rápido.
Esto costará alrededor de 20 minutos. El arroz tiene que quedar cocinado, pero no pasado, con el corazón del grano ligéramente al dente.
Cuando esté, añadir las verduras que teníamos reservadas, dar un par de vueltas para que se integren los sabores y añadir entonces, la mantequilla y el queso para cremar el risotto. Remover hasta integrar por completo.
Servir inmediatamente y a chuparse los dedos!
esta muy buena esta, existen muchas recetas faciles que poder aprender rapido
ResponderEliminarGracias!
EliminarMuy rico Sara
Eliminar¡¡
Gracias Pedro!
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