lunes, 13 de enero de 2020

Tofu General Tso


Me había hecho el sano propósito de a partir de Enero estar un tiempo publicando recetas sanas, pero soy lo peor y no puedo controlarme. Así que hoy, la receta que os traigo es como un caramelito en el desierto. Muy rica, súper adictiva... pero con un poquito de azúcar más de la recomendada. Pero oye, a veces hay que darse un homenaje!
El tofu es de esos ingredientes que genera reacciones de amor/odio. Y creo que el secreto para no desterrar el tofu de nuestros menús por ser algo tan sin sabor, está en la receta utilizada. A mi me gusta mucho, y lamentablemente no lo como demasiado. Aunque ahora que mi señor marido ha decidido hacer un cambio en su dieta para eliminar a los mamíferos por cuestiones de ética y mi abanico proteínico se ha visto bastante reducido, es posible que visite mi mesa mucho más a menudo...


Una cosa que me da mucha rabia de este país es la falta de información sobre este tipo de productos. El tofu es una de las proteíanas vegetales más en voga en este momento y sin embargo es algo que sólo puedes econtrar en comercios ecológicos o de herboristería y dietética. Imagino que en grandes superficies en la sección eco lo podréis encontrar. Pero ya os digo, sin catalogación ninguna. Existen varios tipos de tofu dependiendo del nivel de prensado. Desde el suave, al super firme. Aquí en España es muy dificil encontrar tofu que te explique qué tipo de tofu estás comprando. Lo encuentras en las neveras, envasadito al vacío, pero en ningún sitio te dice si es "suave", "medio", "firme" o "extra firme". 
Yo he conseguido encontrar "suave" y "firme" en los comercios asiáticos, en la sección de refrigerados. Para esta receta utilizaremos el tofu "firme", pues necesitamos que tenga cuerpo para que no se deshaga. El suave yo lo gasto para la sopa de miso, es ideal. Pero sin más dilación, vamos ya con la receta!


Ingredientes (para 4 personas):

- 1 paquete de tofu firme
(para el tofu)
- 3 o 4 cdas de almidón de maiz (maizena®)
- 2 cucharadas de aceite de girasol

(para la salsa)
- 100g de azucar moreno
- 3cdas de salsa hoisin
- 3cdas de vinagre de arroz
- 3cdas de ketchup
- 2cdas de salsa de soja
- 125ml de agua
- 1/4 de cucharadita de copos de guindilla 
- 1cda de aceite de sésamo
- 4 cebollitas spring (o en su defecto, cebollino)
- 3 cucharadas de jengibre fresco machacado

NOTA: La salsa hoisin la encontraréis fácilmente en cualquier comercio asiático. Os sonará seguro porque si habéis comido "Pato Pekín" en algún chino, la salsa con la que lo sirven, es salsa hoisin. Si no la encontráis, se puede preparar en casa si contáis con unos cuantos ingredientes básicos en la cocina asiática (soja, miso, mantequilla de cacahuete, ajo, vinagre de arroz y azúcar) En Google encontraréis un millón de recetas para hacerla casera.

Preparación:

Lo primero es escurrir el tofu. Sacarlo del paquete y colocarlo entre  varias capas de papel de cocina y un par de trapos absorbentes. Colocar una tabla encima y algo de peso. Dejarlo así media hora. 
Mientras, mezclar los 7 primeros ingredientes de la salsa y reservar.
Cuando el tofu ya se ha escurrido bien, cortarlo longitudinalmente por la mitad y cada mitad en cubos de unos 2cm de lado.


Rebozar con la maizena y dorar en la sartén con un poco de aceite de girasol. 


Ir cocinándolo poco a poco por todas las caras, hasta conseguir un dorado uniforme.
Sacar a un papel absorbente y preparar la salsa.


Sofreír la cebollita spring cortada en rodajitas y el jengibre con el aceite de sésamo un par de minutos, hasta que esté fragante. Añadir la mezcla de la salsa y esperar a que hierva. Cocinar un par de minutos más, y añadir el tofu, removiendo para que se impregnen bien los cubos por toda la superficie.
Servir acompañado de arroz blanco y con cebolleta fresca cortada por encima.
Os prometo que no os podréis comer un par de trozos. Es adictivo!




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