Después de una semana y media de aislamiento ¡por aquí seguimos! Ayer tuve uno de esos días raros. No es que pase nada explícitamente, pero los ánimos andaban un poco por los suelos. A veces, cuando me asomo al balcón y me pongo a observar el ir y venir de la gente, me entra una impotencia y enfado a la vez que creo que no es normal. En mi familia estamos todos en casa, portándonos bien. Desde que comenzó todo esto he bajado a comprar un día y porque tenía que ir a la farmacia a por la medicación de la alergia, que se me había agotado. Sin embargo, cuando te asomas, en la calle hay bastante más gente de la que resultaría recomendable. Sigo sin entender la gente que baja de paseo a comprar el pan, o dos plátanos a la frutería de enfrente. O los que utilizan al perro como excusa para estarse una hora en la calle. He visto posts de Facebook defendiendo este tipo de actividades. Y mira, no. Tengo animales, para mi son uno más en la familia y son mi vida. Ahora tengo gatos pero también he tenido perros. Y se como funciona. No necesitas una hora para que tu perrillo haga sus cositas. En fin... La guinda que colmó el vaso, fue el domingo, a mi vecino del piso de arriba, una pareja de pre-jubilados (no son abuelitos, pero tampoco son jóvenes) no se les ocurre otra que organizar una comilona familiar con invitados y un montón de niños ¿Cómo? ¿En serio? A veces, llamadme mala persona, pero se me pasa por la cabeza desearles que el destino les de un buen susto. Porque encima él, ¡tiene problemas respiratorios!
En fin, perdonad este desatasco, a veces es imposible no reprimirse.
A lo que iba, la receta de hoy. Es una receta sencilla, con muy poquitos ingredientes y que pienso que para estos momentos de finiquitar despensas puede ser apropiada. Es un pollo de esos asiáticos que se preparan en 10 minutos (literalmente) y están absolutamente deliciosos. Un poco en la línea del Pollo glaseado con Miso y Miel, pero aún más sencillo. Es un pollo glaseado con vinagre negro. ¿Y eso qué es? me preguntaréis... El vinagre negro es un vinagre típico del sur de China envejecido para que adquiera matices malteados y ligéramente ahumados. Es de arroz y, a veces, sorgo. Y ya os estaréis echando las manos a la cabeza porque os estoy enseñando "otra vez" una receta con ingredientes raros y difíciles de conseguir, pero no os asustéis... su sustituto es muy facilón de encontrar y hoy en día prácticamente todo el mundo lo tiene en su casa!
Ingredientes (para 4 personas):
- 4 contramuslos de pollo deshuesados y sin piel
- 4 cucharadas de almidón de maíz (o harina normal)
- 3 cucharadas de salsa de soja
- 3 cucharadas de azúcar
- 3 cucharadas de mirín
- 3 cucharadas de vinagre negro
- 1 cucharada de aceite suave
NOTA:
- El vinagre negro en China se utiliza como la sustitución barata de ¿adivináis?.... ¡el vinagre de Módena! Así que ya sabéis, no tenéis excusa. Hoy en día, prácticamente todo el mundo, tiene vinagre de Módena en su despensa y podéis utilizarlo para preparar esta fantástica receta.
- El mirín es un vino dulce japonés, aunque es muy fácil de encontrar hoy en día, no estamos en el mejor momento del mundo para ir en busca y captura de ingredientes asiáticos, si lo tenéis en casa, genial, pero si no lo tenéis, podéis sustituirlo por vermouth o por un jerez seco (añadiendo un poquito de azúcar). Pero si no os queréis complicar. también vale una mezcla de agua y azúcar a razón 3/1 (3 partes de agua, 1 parte de azúcar) No es lo mismo, pero hace el apaño muy correctamente.
Preparación:
Abrir los contramuslos de pollo haciendo cortes en la carne de forma que consigamos un grosor parejo por toda la pieza y que no queden demasiado gruesos.
Pasarlos por el almidón de maíz o la harina.
En una sartén con una cucharada de aceite cocinar los contramuslos a fuego medio-alto hasta que estén prácticamente cocinados. Unos 3-4 minutos por cada lado.
Mientras se hace el pollo, mezclar en un bol los ingredientes del glaseado y cuando el pollo esté, añadirlos a la sartén.
Cocinar a fuego fuerte, removiendo y dándole vueltas al pollo para que se embadurne bien del glaseado. Apartar del fuego cuando haya espesado ligeramente y tenga cosistencia de caramelo suave.
Sacar los contramuslos a una tabla y cortar en tiras.
Servir sobre una cama de arroz gohan y aderezar con un poco más de la salsa que ha quedado en la sartén. Adornar con un poquito de sésamo blanco tostado. Y disfrutar de esta receta tan absolutamente simple!
Te sigo desde hace tiempo, aunque no suelo entrar a comentar. Muy apetecible y sencilla la receta. Justo lo que a mí me gusta, ja, ja. Comprendo que te enfades cuando ves a gente saltándose la cuarentena por tonterías. No se dan cuenta de que lo único que consiguen es que esto se alargue más tiempo, con lo que supone de sufrimiento para muchas personas. Son unos inconscientes egoístas y sin el menor sentido común. Algunos políticos tampoco ayudan, deberían ser los primeros en dar ejemplo y que no me vengan con excusas de mal pagador, porque tienen los medios a su alcance para seguir trabajando telemáticamente desde sus casas. En fin, mucho ánimo me gustan mucho tus recetas aunque todavía no he podido hacer ninguna por falta de tiempo. Creo que ahora me voy a animar con ésta, tengo casi todos los ingredientes y ya había imaginado que el vinagre negro se podía sustituir por el vinagre de Módena, bueno me pondré a ello cuando consiga el pollo. ;D Mucho ánimo y adelante. Te sigo leyendo. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu opinión, anima saber que hay más gente que opina como nosotros y que estamos haciendo bien las cosas!
EliminarPues tienes que animarte ahora que hay un poquito más de tiempo, verás que muchas de las recetas son muy sencillas de preparar y absolutamente deliciosas!
Y nada, cuando te animes, me cuentas los resultados!
Buenos días, me paso para contarte que el otro día hice tu receta y salió muy rica. La próxima vez, le echaré menos azúcar porque, en mi opinión, resulta demasiado dulce. Sin embargo, a mi marido le gustó tal cual pero como la que cocina soy yo, la adaptaré a mi paladar ;D
ResponderEliminarMuchas gracias, buen finde y bss
Jajajaja, por supuesto, la que cocina es la que manda. Los japoneses en general las salsas son bastante dulces. Pero no pasa nada si recortas un poquito. Aunque en casa les gusta tal cual. Y de vez en cuando, pues tampoco es un drama ;)
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