Fin de semana y sexto día de este viaje por Oriente Medio. ¿No os da la sensación de que se nos ha pasado volando? Me quedan dos días y tanto por compartir... Tengo un gran dilema sobre qué dos recetas cerrarán esta semana temática y después de darle muchas vueltas, por fin me he decidido. Será la Shakshuka, un plato considerado favorito nacional en Israel, aunque en sus diferentes versiones se come por todo Medio Oriente. Sería una versión de lo que nosotros conocemos como huevos al plato, pero vegetarianos, sin embutido y, por supuesto, más aromáticos!
Es una receta para mojar pan, lo típico es acompañarla con pan de pita o cualquier pan blanco y suave que te permita disfrutar del tomate especiado en toda su extensión.
En mi casa se ha convertido en un básico desde que la preparé por primera vez hace un par de años.
Mi versión está inspirada en la del famoso chef Ottolenghi, aunque yo le añado berenjena para hacerla un poquito más completa. Además, creo que es de lo más acertado, teniendo en cuenta que este vegetal es uno de los más utilizados en aquellas latitudes. También la termino con un poco de queso de cabra porque le da cremosidad al resultado final y para mi equilibra el plato, pero es completamente optativo. Así que sin más dilación, os presento mi Shakshuka:
Ingredientes ( para dos personas):
- 3 huevos
- 1/2 media berenjena
- 1 cebolla blanca mediana
- 1/2 pimiento rojo
- Tomate frito casero
- 1 cucharadita de comino en grano
- 1 cucharadita hermosa de harissa
- 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva
- Sal
- Queso de cabra
- Cilantro picado
NOTA: La harissa es fácil encontrarla en comercios de alimentación internacional o pequeños supermercados de barrio regentados por pakistaníes. Yo normalmente suelo tener en el frigorífico porque un tubito dura mucho tiempo sin estropearse, pero a veces cuando no he tenido, le añado un poquito de pimentón picante y te hace el apaño. De todas formas también es muy fácil hacerla en casa. Si estáis interesados, puedo preparar una entrada con la receta.
Preparación:
Picar la cebolla y el pimiento en juliana. Trocear la berenjena, sin pelar, en cubitos.
Romper el comino en el mortero, no es necesario molerlo, simplemente romper un poco las semillas para que liberen más sabor. Añadirlo junto con el aceite a una sartén. Cuando haya cogido temperatura, añadir la cebolla y pochar unos minutos. Añadir ahora el pimiento y cocinar hasta que empiece a perder cuerpo.
Añadir la berenjena y cocinar despacito hasta que esté tierna, la cebolla y el pimiento ya estarán en su punto para entonces. Añadir un poquito de sal y la harissa. Remover bien y cocinar todo junto un par de minutos para unificar sabores.
Añadir ahora el tomate frito, la cantidad es orientativa, tiene que quedar todo cubierto y no seco, tiene que haber liquido para mojar y para que los huevos se cocinen bien.
Dejar que vuelva a hervir y añadir los huevos y trocitos de queso de cabra por encima.
Tapar y cocinar 2 o 3 minutos, ir vigilando, queremos que cuaje la clara pero que la yema quede melosa.
Cuando esté, apartar del fuego y espolvorear con bien de cilantro fresco picado. A mi me gusta comerlo directamente de la sartén, por eso lo que suelo hacer es prepararlo de forma individual en cazuelas de barro. Pero es lícito hacer una ración grande y servirlo después en platos, aunque se enfríará antes, claro!
Disfrutarlo con mucho pan de pita... Es una pasada lo rico que está!
Estupendamente explicado, este plato lo hago a menudo, me encanta, probaré con el queso de cabra. Gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias a ti por comentar :D
EliminarUmm que rico y ese pan de pita se ve riquisimo!!
ResponderEliminarUn besito
Pues si te digo la verdad... no es pan de pita! Es naan indio;) Que cd fui a sacar del congelador pensando que me quedaba pita congelado, saqué el naan por error. Pero bueno, son primos hermanos :D
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